Los intereses políticos detrás de los Parques Recrear
El miércoles 25 de marzo de 2020 inició la cuarentena para prevenir la propagación del COVID-19, virus que causó grandes estragos a nivel mundial.
Bucaramanga no se quedó atrás, pues la ciudad se paralizó por completo y uno de sus grandes afectados fue la Corporación Parques Recreativos de Bucaramanga, la cual no pasaba por sus mejores momentos financieros y el confinamiento sería la estocada final para que se diera su liquidación.
A pesar de que la corporación contaba con doce escenarios en tres de los municipios del área metropolitana de Bucaramanga en sus inicios, para el año 2020 sólo tenía presencia en la capital santandereana, haciendo que la influencia del gobierno local fuera más notoria en las decisiones de la junta directiva.
La empresa Parques Recreativos de Bucaramanga, conocidos como Recrear, era una corporación sin ánimo de lucro que se fundó en el año 1982 con el fin de brindarle a la comunidad del área metropolitana de Bucaramanga espacios de recreación, cultura y deporte. Todo con el apoyo de las alcaldías de la zona, quienes brindaron los 12 predios distribuidos entre los municipios de Girón, Floridablanca y Bucaramanga, siendo la capital santandereana la que alberga la mayor cantidad de parques, nueve.
Desde su creación la corporación contó con una junta directiva, la cual en un principio estaba conformada por 14 entidades; sin embargo, hasta el 2020 sólo hacían parte Terpel, Davivienda, Transejes, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y la Alcaldía de Bucaramanga. Recrear contaba con dos métodos de financiamiento principales; en primer lugar, era la prestación de su servicio privado a la ciudadanía, quienes pagaban por este; el segundo método más común y el que mayores ingresos le daba a la corporación eran los convenios que realizaba con la Alcaldía de Bucaramanga, quien le pagaba a la empresa para que ciertas poblaciones, grupos o instituciones educativas que no contaban con infraestructura deportiva hicieran uso de los establecimiento sin algún costo.
A partir del mandato de Fernando Vargas en Bucaramanga los problemas financieros de Recrear se empezaron a visibilizar, pues la Alcaldía empezó poco a poco a retirar los convenios que tenía con la corporación. En 2016 salió de la gerencia Doris Alvarado, quien durante veinte años fue la gerente; posteriormente, cuatro personas asumieron el puesto durante los cuatro años más de existencia de la empresa.
En 2016 llegó a asumir la gerencia José Vicente Villamizar, un reconocido líder político conservador que fue diputado, senador y gerente general de la Electrificadora de Santander hasta entonces, y con quien mantenía una cercanía el entonces alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández. Su puesto en Recrear solo duró alrededor de un año. En 2022 Villamizar fue designado como gerente regional de Santander en la campaña presidencial de Gustavo Petro, luego de liderar en la región un movimiento de conservadores con Petro; posterior a las elecciones fue nombrado como asesor del alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, puesto que ocupa actualmente.
Con la salida de Villamizar, la gerencia de Recrear quedó a cargo temporalmente de Luz Esther Ramírez, quien fue una de las administradoras de la corporación durante muchos años. En junio de 2018 llegó al puesto Luz Karime Vargas, quien estuvo en el puesto hasta junio de 2020.
En 2020 llegó Fabian Soler, alguien también cercano al actual alcalde, Juan Carlos Cárdenas, para ser el nuevo gerente de Recrear. Mencionó a los empleados que su tarea era recuperar económicamente la empresa y buscar soluciones para pagar las deudas que acarreaban con las diferentes empresas. Sin embargo, en marzo de ese mismo año, con la llegada de la pandemia, la junta directiva de Recrear decidió liquidar la empresa para que pasara a ser parte de la Alcaldía de Bucaramanga y administrada por el Instituto de la Juventud el Deporte y la Recreación de Bucaramanga (Inderbu).
Con la quiebra de Recrear quedaron más de 80 desempleados, quienes trabajaron gran parte de 2020 sin recibir un solo peso, con la esperanza de que la empresa, en la cual muchos habían trabajado gran parte de su vida, fuera salvada de una deuda de más de mil quinientos millones de pesos, como manifestaron en una carta enviada a Juan Carlos Cárdenas. Frente a esto, la Alcaldía decidió poner a cargo a Inderbu de los escenarios que estaban dentro del municipio e inyectarle dinero para ponerlos a andar, el mismo con el cual se pudo poner a flote la corporación y pagarles el sueldo adeudado a los trabajadores, tal como lo señalan en la carta enviada. Por otra parte, Soler fue puesto a cargo de la subdirección de Inderbu, cargo que desempeñó hasta el año 2021.
La Alcaldía de Bucaramanga ha actuado de manera casi fantasmagórica respecto a la información divulgada ante la problemática con la Corporación Parque Recrear, a la cual perteneció hasta el año 2020, mismo año en el que decidió terminar ese apoyo, participación y financiamiento con el cual aún caminaba sobre la cuerda floja esta entidad.
“Esta corporación privada de la cual hacen parte Terpel, Davivienda, la CDMB y Transejes venía atravesando por una fuerte crisis financiera que se agravó con la pandemia, lo cual dificultaba el normal funcionamiento de los parques y la prestación del servicio, por lo cual tomamos la decisión de retirarnos y solicitar la devolución de los parques” expresó en una entrevista para Vanguardia el alcalde de Bucaramanga Juan Carlos Cárdenas.
Frente a esto la corporación presentaba opciones como declararse en insolvencia o liquidación pues eran muchos los compromisos contractuales los cuales no estaban cumpliendo. Uno de los mayores problemas eran los empleados, quienes desarrollaban labores en los parques y no recibían su sueldo desde marzo de 2020. Eran 82 trabajadores que no sabían qué iba a pasar con todos esos meses de sueldo, los cuales no habían recibido.
"La Corporación no estaba preparada financieramente para soportar esta situación. Han pasado siete meses y por revisoría fiscal hay conceptos de liquidación, es inminente, el patrimonio está en negativo. Se adeudan compromisos con los empleados, con los proveedores. Pero lastimosamente no se ha podido tomar una decisión porque la Asamblea General no ha asistido", manifestó en 2020 para Vanguardia, Fabián Soler, Gerente general de la Corporación Parques Recrear.
Según se puede observar en el documento que se refiere a la terminación del contrato por parte de la alcaldía de Bucaramanga con la Corporación Parques Recrear, el parágrafo afirma que la Corporación debía de quedar a paz y salvo con todas sus obligaciones contractuales, cosa que no pasó, pues sus exempleados siguen esperando el sueldo de casi un año. De esto nacen preguntas como: ¿por qué si esas obligaciones no se habían cumplido, la Alcaldía de Bucaramanga no ha hecho nada al respecto?
Luego de la liquidación de la Corporación del Parque Recrear las instalaciones pasaron a pertenecer a la Alcaldía de Bucaramanga, según lo acordado en el contrato que firmó la entidad privada con el municipio, explícito en los artículos tres, cinco y ocho.
No obstante, los trabajadores representados por la abogada Gloria Bohórquez presentaron una demanda ordinaria laboral en el Juzgado Laboral 1, el 18 de enero de 2023, que busca que un juez reconozca la violación de derechos hacia los empleados por parte de la Corporación Parque Recrear, y la negligencia de la Alcaldía Municipal de Bucaramanga de no atender a las solicitudes de los afectados.
Según la abogada Sory Amorocho, “se debería revisar la jurisprudencia, pero en el proceso mencionado se debe vincular al Estado por no actuar con responsabilidad solidaria, frente al funcionamiento de la corporación, ya que le fue celebrado el contrato para brindar un servicio social a la ciudadanía”.
Pero, ahora las preguntas serían: ¿se podría comprobar que la ciudad tiene culpa de la liquidación de la Corporación Parque Recrear, y la vulneración de derechos de los empleados afectados? ¿Hay actores políticos involucrados en la liquidación de la Corporación?
Con la incorporación de los parques Recrear por Inderbu, la reanudación de su funcionamiento quedó estipulada en el programa de gobierno “Ambientes deportivos y recreativos dignos y eficientes”, el cual busca mantener los campos y escenarios deportivos en adecuadas condiciones para el uso de la comunidad, con una inyección de capital inicial de mil ochocientos treinta y dos millones, doscientos cinco mil, cuatrocientos cuarenta y un pesos, y con mil setecientos setenta y dos millones, cincuenta y dos mil, trescientos setenta y un pesos que estarían comprometidos en el futuro, dinero con el cual se pudo pagar las deudas y salarios pendientes de la extinta corporación; además, el funcionamiento normal de todos los parques.
Los nueve escenarios que recibieron inversión por parte del instituto fueron: La Américas, Norte, La Victoria, La Joya, El Mutis, Provenza, Campo Hermoso, El Porvenir, y Los Colorados. Entre los gastos operacionales están: contratación de personal idóneo como piscineros, caseros, personal de aseo y vigilancia privada; junto con el mantenimiento de las piscinas, áreas verdes, canchas, y zonas de juegos, y la reparación de daños y adecuaciones de cada parque según sus necesidades. Sin embargo, actualmente, sólo los parques de las Américas, El Mutis, La Joya y La Victoria tienen acceso disponible para la comunidad.
El equipo investigativo pidió los documentos de la inyección de capital de Inderbu a los Parques Recrear, de manera detallada y especificada, para conocer en qué se está destinando el dinero público, sin embargo, la institución envió una Excel con un presupuesto general de alrededor de mil ochocientos millones de pesos para todos los escenarios deportivos del municipio en donde se da una descripción de la destinación de los recursos muy débil
Sumado a esta búsqueda de archivos o documentos, se comenzó a hacer rastreo de concejales, veedores ciudadanos o de particulares que estuvieron pendientes durante la liquidación de la corporación para conocer cómo se efectuó dicha acción, detallar si hubo irregularidades y las razones por las cuales se dejaron a más de 80 familias Bumanguesas sin recibir ningún peso de los salarios de varios meses que les debía su empleador y por sus años trabajados en cada uno de los parques Recrear.
Intentamos contactar a Fabián Soler, último gerente que tuvo la Corporación Parque Recrear antes de su liquidación. De las múltiples llamadas que se le realizaron solo respondió a la primera.
一Aló
一Hola, ¿Este es el número de Fabián Soler?
一Sí señor, ¿Qué necesita?
一Lo que pasa es que me encuentro haciendo un trabajo periodístico sobre los parques Recrear y quisiera saber si usted me puede conceder una entrevista.
一No, qué pena, está equivocado de número.
Después de ese fallido intento de lograr sus declaraciones, Soler no volvió a responder a nuestros llamados. Sin embargo, por una fuente cercana se logró confirmar que este contacto sí pertenecía a Fabián Soler.
Luego de la infructuosa comunicación con el exgerente, nos contactamos con dos concejales que estuvieron inmiscuidos en la liquidación de la corporación. El primero fue Luis Ávila, concejal del partido Hagamos Ciudadanía, quien estuvo en la mesa de diálogo que se dio a finales de 2021 entre el municipio, la corporación y los trabajadores afectados, en donde se decidió disolver la sociedad de economía mixta (Corporación Parque Recrear), trayendo como consecuencia que las instalaciones pasaran a ser administradas por el municipio a través de Inderbu y los empleados afectados fueran reintegrados a la nueva administración pública para el restablecimiento de sus derechos.
Sin embargo, la reincorporación de los empleados no se dio en su totalidad, unos aceptaron los requisitos impuestos por Inderbu, que les solicitaba certificados, cursos y trámites para poder trabajar, pero otros no pudieron ser admitidos debido a que su labor era empírica y no contaban con el dinero o la disposición para acreditarse con alguna entidad. Además, algunos de los extrabajadores comentaron que la condición para trabajar con la entidad pública era olvidarse del sueldo que no recibieron entre marzo y octubre de 2020.
Sumado a esto, el concejal entrevistado Cristian Reyes, manifestó que “la Alcaldía fue clara en que no tuvo responsabilidad en el incumplimiento de pagos de la Corporación a sus empleados y que ya era decisión de un juez si debía pagar”.
A través de todas las pruebas y testimonios recopilados junto con los antecedentes del municipio de corrupción pública, la pregunta sería ¿el municipio tomó la mejor opción para la comunidad y los empleados vulnerados al momento de liquidar la Corporación Recrear, o actuó en favor de los intereses privados que pertenecían a dicha sociedad, como Transejes, Davivienda y Terpel, para solucionar su problema de liquidez que fue la excusa oficial para su terminación?
El esclarecimiento de la responsabilidad social de la Alcaldía de Bucaramanga está en proceso y a espera del dictamen de un juez, pero se debe seguir insistiendo en la veeduría ciudadana a las diversas organizaciones que trabajan con el estado para que no se repitan estas vulneraciones a trabajadores y particulares en el futuro.