La violencia de género afecta a personas de todos los géneros, no solo a mujeres, y se manifiesta en diversos ámbitos, como el familiar, laboral, educativo, social y digital.
Las cifras lo confirman, a junio 8 de 2024 han sido reportados al SIVIGILA del INS, 66.621 casos de violencia de género, de estos el 75,6% se han presentado en
mujeres, es decir 50. 374 casos, y un 24,4% se han presentado en hombres, es decir 16. 247 casos, también hay un preocupante registro de 8.203 casos, el 12,3%
en menores de 0 a 4 años.
Según estudios recientes, Secretaría de la Mujer y Equidad de Género Gobernación de Santander, se reportan alrededor de 2000 casos anuales, con un incremento del 15% en los últimos cinco años.
Por medio de este proyecto se mostrará cómo la violencia de género impacta a todas las identidades de género, incluyendo a hombres y a la comunidad LGBTIQ+, y cómo se manifiesta de formas diversas más allá de la violencia física.
Según, Giovanny Rubiano García, director general del INS: “una mujer violentada tiene mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con su salud mental, así como una mayor dificultad para acceder a la atención de las distintas causas de enfermedad y muerte en la mujer, que tienen relación con la salud materna, reproductiva, sexual y otras.
La forma de sanar la sociedad de la violencia y de la falta de amor es reemplazando la pirámide de dominación con el círculo de la igualdad y el respeto.
Manitonquat, escritor estadounidense.
Secretaría de desarrollo social de Bucaramanga
Batucada Guaricha
Como Una Mujer
Artículo de opinión sobre la violencia de genero
La violencia de género sigue siendo una problemática urgente que atraviesa todos los espacios de nuestra vida cotidiana. Si bien durante años se ha enfocado en los aspectos físicos y en la violencia contra las mujeres, hoy es necesario comprender que este fenómeno también afecta a hombres, mujeres y personas de todas las identidades de género, y se manifiesta en diversos entornos, desde el educativo hasta el digital. Es en estos ámbitos donde la violencia adquiere nuevas formas, menos visibles, pero igual de devastadoras. Este artículo busca desentrañar los matices de la violencia de género en estos espacios y analizar cómo, a través de herramientas digitales y políticas inclusivas, podemos comenzar a erradicarla.
Las instituciones educativas deben asumir una postura activa en la prevención de la violencia de género. Las investigaciones muestran que esta violencia se presenta a temprana edad, afectando tanto a víctimas como a perpetradores en un ciclo de aprendizaje donde las conductas abusivas se normalizan. Este ciclo se perpetúa cuando las políticas de prevención son escasas y los protocolos de denuncia no son accesibles. La falta de apoyo y formación en estas instituciones no solo afecta el bienestar de las personas, sino que también refuerza una cultura de impunidad y tolerancia hacia la violencia.
En este sentido, el rol de la educación inclusiva y de calidad es fundamental. Debemos garantizar que los contenidos curriculares y las políticas escolares incluyan el respeto por la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales. La violencia hacia la comunidad LGBTIQ+ no solo se limita a los ataques físicos o verbales; también se manifiesta de forma más sutil a través de la exclusión, la invisibilización y la discriminación. Por lo tanto, una verdadera educación inclusiva no solo integra a las personas LGBTIQ+ en los colegios y universidades, sino que fomenta un ambiente seguro y respetuoso para todos.
Los espacios digitales han ganado relevancia en la visibilización de los derechos y las luchas contra la violencia de género. Sin embargo, estas plataformas, que deberían funcionar como lugares de inclusión y movilización, también son escenarios de violencia digital. Formas de acoso como el ciberacoso, el "outing" no consentido (revelación de la orientación sexual de una persona sin su permiso) y la difusión de discursos de odio son solo algunos de los mecanismos que perpetúan la violencia de género en el ámbito digital.
Esta situación plantea un reto importante: si bien los entornos digitales permiten a las personas LGBTIQ+ visibilizar sus derechos y encontrar apoyo, también las exponen a ataques y violencias que pueden tener un impacto psicológico devastador. Es necesario implementar estrategias para que estos entornos sean seguros, a través de mecanismos de denuncia efectivos y la promoción de una cultura de respeto en línea. La violencia digital no es menos dañina que la violencia física; sus efectos pueden ser igualmente perjudiciales, afectando la salud mental y emocional de las personas afectadas.
Un aspecto innovador el cual queremos trabajar en el proyecto es la utilización de herramientas digitales como Canva para crear contenido educativo e interactivo que facilite la comprensión y reflexión sobre la violencia de género. Estas plataformas permiten generar presentaciones, infografías y videos de una manera visualmente atractiva, lo que contribuye a que el mensaje llegue a más personas y sea más efectivo en su objetivo de sensibilizar. En un contexto donde el consumo de contenido digital es alto, especialmente entre jóvenes, estas herramientas juegan un rol esencial en la concienciación de la población sobre la violencia de género y sus diversas manifestaciones.
La inclusión de testimonios y relatos personales en formatos audiovisuales humaniza el problema, mostrando que la violencia de género no es una estadística abstracta, sino una realidad que afecta a personas con historias y experiencias. Este enfoque narrativo permite crear una conexión emocional con la audiencia, generando empatía y comprensión hacia las víctimas. Además, la posibilidad de interactuar con el contenido digital aumenta la probabilidad de que los usuarios reflexionen y se cuestionen su papel en la prevención de la violencia de género.
La violencia de género en los entornos educativos y digitales es una realidad que no podemos seguir ignorando. A través de proyectos multimedia , tenemos la oportunidad de construir un discurso inclusivo que aborde la violencia de género de manera integral, incluyendo a todas las identidades de género y orientaciones sexuales. Esto requiere de un compromiso conjunto entre instituciones educativas, plataformas digitales y la sociedad en general.
Es urgente que las políticas educativas incluyan contenidos sobre igualdad de género y respeto hacia la diversidad, y que las plataformas digitales adopten medidas de seguridad más rigurosas para proteger a sus usuarios de la violencia en línea. La prevención y sensibilización sobre la violencia de género no solo beneficia a las víctimas directas; contribuye a la creación de una sociedad más justa, inclusiva y respetuosa para todos.
La violencia de género no desaparecerá de la noche a la mañana, pero a través de la educación, la concienciación y la acción conjunta, podemos comenzar a construir un mundo donde todas las personas, sin importar su género u orientación, puedan vivir libres de violencia y discriminación.
Violencia en la comunidad LGBTIQ+
¿Por qué es importante?
En 2022, se reportaron 5,501 casos de violencia contra personas LGBTIQ+, siendo las amenazas y actos de discriminación y hostigamiento los más comunes
Desprotección institucional
Las respuestas de las instituciones suelen ser insuficientes o incluso refuerzan la violencia, por lo que es urgente fortalecer las políticas públicas inclusivas, como la Ley 1482 de 2011 en Colombia.
Formas de violencia
Las personas LGBTIQ+ son víctimas de múltiples tipos de violencia, desde homicidios hasta discriminación económica y violencia psicológica, lo que agrava su situación. En 2022, se registraron 145 homicidios/feminicidios y 104 casos de abuso policial.
Prejuicio y estigmatización
La violencia hacia la comunidad LGBTIQ+ se justifica muchas veces por los prejuicios sociales, perpetuando la discriminación y dificultando la creación de entornos seguros y equitativos.
Testimonio
¿Qué sucede desde la política ?
Las Unidades Tecnológicas de Santander y la Universidad Pontificia Bolivariana no solo ofrecen una educación accesible y práctica, enfocada en la alta empleabilidad y desempeño profesional de sus estudiantes, sino que también lideran iniciativas que transforman su comunidad. Con un compromiso firme hacia la igualdad y el respeto, las UTS y UPB son instituciones que promueven una cultura de cero tolerancia a la violencia de género. A través de programas de sensibilización, protocolos de atención y espacios seguros, la institución no solo forma profesionales, sino ciudadanos que contribuyen a un entorno inclusivo y libre de violencia. En las UTS, el aprendizaje y el bienestar van de la mano, construyendo una universidad que inspira y protege a cada persona.
El Estado colombiano a través de la Ley 51 de 1981 ratificó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y en 2007 depositó ante las Naciones Unidas dicha ratificación, la cual establece en su artículo 10 que Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación.
Las UTS, con su enfoque en la educación superior de calidad y su compromiso con el desarrollo tecnológico, han implementado programas y actividades que promueven la igualdad de género y la no violencia.
Por otro lado, la UPB ha sido un pilar fundamental en la educación y la investigación sobre la violencia de género. La universidad ha desarrollado programas específicos para abordar este problema, incluyendo la formación de profesionales capacitados para detectar y atender casos de violencia de género.
Profundizando en las iniciativas que buscan combatir la violencia de género en el entorno académico, Alex rojas, director de bienestar universitario, menciona las diferentes estrategias , rutas y protocolos que maneja la universidad en estas situaciones de vulnerabilidad.
La universidad se ha centrado más específicamente en las mujeres. La institución ha sido la encargada de atender el 70% de los casos , cada uno con un rango de efectividad alto.
Algunos de los testimonios han podido ser recopilados , sin embargo, la autorización de la víctima no se ha logrado conseguir
¡Recuerda que tienes el poder de reconstruir tu historia y que tu valentía hoy es la semilla de un futuro sin violencia. Eres fuerte, eres capaz y mereces un entorno seguro donde puedas brillar!
Violencia en medios digitales
La violencia no solo se presenta de manera física o verbal, también se ha trasladado al espacio digital. En Bucaramanga y su área metropolitana, el ciberacoso, la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento y acoso en línea, han dejado mas de 449 casos de violencia de género, con afectaciones a mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ según la Secretaría de Desarrollo Social de Bucaramanga.
En algunos casos se cree que el ciberbullying no es una forma de violencia de genero pero ambos tipos de violencia en medios digitales pueden tener efectos similares en las víctimas, como el deterioro de su salud mental, pérdida de autoestima y aislamiento social. Sin embargo, el enfoque de cada uno es distinto: mientras que el ciberbullying puede afectar a una persona por razones varias, la violencia de género en medios digitales es una extensión de la discriminación y desigualdad estructural de género.
"Cómo la violencia de género ha migrado a los medios digitales, afectando la vida de personas en Bucaramanga y su área metropolitana. Aquí se mostrara los acosos que enfrentan las víctimas, las medidas de protección disponibles y cómo las plataformas y la sociedad pueden hacer frente a este problemática."
El testimonio anterior, es un testimonio anónimo de una estudiante de la Universidad Tecnológica de Santander (Efecto distorsionado para proteger su identidad).
En este segmento, hablaremos con John Edison Parra Duarte, ingeniero de sistemas y experto en seguridad informática, para entender mejor las principales formas de violencia digital y cómo afectan a las personas.
John Parra nos explicará también qué pueden hacer las plataformas digitales para mejorar la seguridad y reducir el acoso. Esta conversación es especialmente relevante considerando el testimonio de la estudiante de la Universidad Tecnológica de Santander, quien compartió cómo el acoso y la violencia en línea han impactado su vida. Nos enfocaremos en entender cómo se presentan estos casos y qué medidas existen para proteger a las personas en el entorno digital.
También, abordamos cómo la violencia en medios digitales afecta a estudiantes en colegios, y no solo a jóvenes universitarios o adolescentes.
Para ello, estuvimos en el Colegio Técnico Vicente Azuero, sede A, en Floridablanca, donde hablamos con el orientador del colegio y un estudiante sobre el impacto del ciberacoso entre compañeros.
El orientador del colegio nos explicó las rutas de acción que la institución emplea para abordar estos casos, brindando apoyo y atención a las víctimas de violencia digital.
Contaremos con el testimonio de un niño que fue víctima de violencia en redes sociales por parte de sus compañeros, una situación que resalta que esta problemática no solo afecta a estudiantes mayores, como en el testimonio anterior de una estudiante anónima de la Universidad Tecnológica de Santander, sino también a niños y adolescentes en etapas escolares tempranas.