Identidad
Colectivos de Bucaramanga se toman las calles de la ciudad para construir sociedad.


Colectivo Contracultura. Autopista Floridablanca- Bucaramanga.
Colectivo Contracultura. Autopista Floridablanca- Bucaramanga.




Colectivo LAB20. Barrio Buenos Aires, sector Morrorico.
Colectivo LAB20. Barrio Buenos Aires, sector Morrorico.

Artista Piero el Incipiente. Norte de Bucaramanga.
Artista Piero el Incipiente. Norte de Bucaramanga.
¡Salgamos a tomarnos las calles!
Algunos lo escuchan como: ‘¡fus!, !fus!’; ¡chss!, ¡chss!; ó ¡shss! ¡shss!; lo cierto es que no existe la onomatopeya precisa para describir el sonido del aerosol al salir la pintura, ni emoción explicable al momento de pintar un mural en la calle, cuenta David Guerrero, joven del colectivo ‘Muros con sentido’, mientras interviene un muro del barrio San Miguel de Bucaramanga en donde antes se encontraba publicidad política ilegal. El resultado es la figura de un tigre, entre colores morados, amarillos y rojos. Antes de de recoger todos sus materiales Franklin, otro artista del colectivo, pone su firma: ‘Piaguaje’, su apellido de origen Siona, pueblo indígena asentado en el Putumayo y desplazado por la violencia.
No es un grafiti o una “pintada” más en Bucaramanga, es un muro que evidencia una postura de participación ante la ciudad. Al ver los grafitis, se puede recordar al artista británico Banksy, el cual con sus murales da una mirada crítica a los problemas del siglo XXI, desde el capitalismo hasta los conflictos actuales, como los de Siria y los de Israel-Cisjordania. También está el mexicano Diego Rivera, que fue un reconocido muralista que marcó la identidad política y social de su país a través de su arte, entre los años 40 y 50.
Con rasgos semejantes estos jóvenes bumangueses, en parte anónimos, buscan sensibilizar a la ciudad con arte callejero
“Cuando uno llega a una ciudad y está intervenida de murales y grafitis, básicamente te está contando su historia a través de los muros”
Colectivos grafiteros y muralistas de Bucaramanga, como LAB 20, Muros con sentido y Contracultura, se han tomado los muros de la ciudad y han surgido a partir de diferentes inconformidades, una de ellas es la excesiva presencia de publicidad política ilegal en las calles.
“Así empezamos, Bucaramanga estaba contaminada de política mal hecha, el primer día salimos con cuatro personas, un baldado de pintura blanca y empezamos a tapar muros y una chica que pintaba en óleo nos ayudó a hacer unas letras y a pintar”, cuenta Teresa Alba, integrante activa del colectivo de ‘Muros con Sentido’.
Con varios murales en la ciudad y alianzas con entidades públicas LAB 20, colectivo creado hace cuatro años, viene pintando la cultura de la capital santandereana. Jhon Ardila afirma que el trabajo del colectivo está logrando transformaciones, “hacemos protesta social a través de dar un punto de vista, tenerlo y expresarlo y dejarlo ahí como esa semilla para que la gente se cuestione, eso es lo que buscamos desde la parte gráfica haciendo la intervención en las calles”.
Siendo el arte callejero un espacio para la protesta social y la participación ciudadana, los jóvenes se muestran entonces como los artistas que pintan ideas en muros para transformar realidades que los aquejan en la cotidianidad, pasando por temáticas como la defensa del páramo de Santurbán, las raíces indígenas, la protección de la fauna y la flora, estos colectivos dejan un mensaje en paredes que antes fueron abandonadas por la sociedad, como lo expresa Teresa, de Muros con Sentido, “lo que queremos realmente es hacer educación política, ambiental, artística, porque también es sumar manos de las personas, no es llegar solo a transformar si no que la comunidad se nos una y nos ayude no solo en la parte de pintar el muro y arreglar sino que también apropiarnos de esos espacios”.
En Bucaramanga se realizan dos festivales, ‘Ojo que nos pintan’ una apuesta cultural que nació hace seis años, donde diferentes artistas del arte urbano se reúnen a transformar espacios en veredas o barrios vulnerables con temáticas representativas que aquejan a la ciudad. Y el festival ‘Muros con Sentido’, que surgió en 2018 como una iniciativa para embellecer paredes abandonadas al norte de Bucaramanga, creando murales con la participación de sus habitantes. Franklin Piaguaje, artista de Muros con Sentido, cuenta que esto contribuye a la participación política, “ soy políticamente activo porque consciente o inconscientemente aportó al sistema, incluso al ser honesto, puntual o con murales enriquecemos la participación. Eso va en nuestra cultura”.
“Creo que liberar muros de propaganda y animar a las personas a ocuparlos ha tenido un rol importante, ahora veo que la ciudad tiene muros que expresan sentimientos y problemáticas”

Artista Franklin Piaguaje. Universida Industrial de Santander.
Artista Franklin Piaguaje. Universida Industrial de Santander.

Colectivo Muros con Sentido. Carrera 17 con calle 52, barrio San Miguel.
Colectivo Muros con Sentido. Carrera 17 con calle 52, barrio San Miguel.


Bucaramanga, carrera 33 con calle 49.
Bucaramanga, carrera 33 con calle 49.
Para el colectivo ‘Muros con sentido’ cada intervención va más allá de llenar de colores un muro, “vimos la oportunidad en que no solo se tapara la publicidad política si no que hiciéramos muralismo con artistas” así cuenta David Guerrero, gestor y fundador del colectivo. Tras las elecciones y la creación de aproximadamente cien murales, la intervención de estos jóvenes trascendió a proyectos en barrios vulnerables. “Transformar, problemáticas sociales a través del arte y que el arte urbano sea como una ventana a ese abanico de posibilidades artísticas al que niños o jóvenes pueden iniciar y reforzar su identidad”, afirma Guerrero, sobre la apuesta del colectivo.
La intervención de Muros con sentido principalmente es en barrios del sector norte de Bucaramanga, un sector vulnerable y con índices altos de problemas sociales. Los muros han servido de herramienta de transformación para los jóvenes y niños, evidenciando la problemática sociales y los caminos de prevención a través del arte.
Artistas y colectivos invitan a la comunidad a tomarse las calles, para proteger los espacios, construir identidad y resignificar el concepto de ser ciudadano. En Colombia, algunas ciudades han mostrado avances en la expresión artística y el cambio de imagen. En ejemplos es en la calle 26 de Bogotá o la Comuna 13 de Medellín, en donde lo que era considerado un acto vandálico se transformó en intervenciones de creación, embellecimiento y concientización ciudadana, por eso, como invita Guerrero, “dejemos nuestro legado positivo en la ciudad, salgamos a tomarnos las calles”.

