Así se hace panela en Piedecuesta
Este trapiche es uno de los pocos en funcionamiento pues guardan su estructura artesanal, conservando la tradición que caracteriza al sector panelero.
Piedecuesta es pionero de la industria panelera por tener más de 300 trapiches a lo largo de 100 años, de los cuales hoy quedan pocos que conservan la tradición y estructura artesanal.
“Este molino funciona con una rueda de agua”, cuenta Álvaro Romero, trabajador en uno de estos lugares donde se elabora un producto que acompaña cada mañana las despensas de las amas de casa y endulza el día mediante la famosa aguadepanela caliente, la limonada fría o la cuajada con melao. Álvaro comenta con con tristeza que la razón por la que se están extinguiendo es la industrialización y porque “piden los terrenos para construir y hacer edificios”.
En el mercado ya se pueden encontrar formas de innovación de la panela: líquida, pulverizada, con sabores diferentes, redondas y en cubos. “El gremio se ha ido fortaleciendo pues se ha organizado y se han establecido programas para que los trapiches se rijan por normas fitosanitarias y así aumente la calidad del producto que se ofrece”, detalla Daniela Ardila, de Panelas San Rafael, quien añade que los productores de la zona comparten y establecen precios.
¿Cómo se hace?
Lo primero es sembrar la caña y recoger la cosecha en este trapiche artesanal. Las mulas son las que transportan la caña.
La meladora (máquina) saca todo lo que no sirve para la producción, pero es empleado para alimentar al ganado; por otra parte, se alista el caldero con todo el protocolo de asepsia.
Se prende la hornilla con gabazo para cocinar el jugo de caña, y este se convierte en miel. Pasa a los fondos para que hierva: esta tarea está a cargo de los prenseros.
El relimpiador y el pailero son los que están pendientes del punto exacto de cocción. Finalmente, se pasa a la tacha para batirla hasta que esté un poco densa y de ahí a la gavera donde se extiende y se deja secar por 20 minutos.
El proceso de empacado consiste en organizar el producto en cajas para ser vendido.
Trapiche piedecuestano artesanal: funciona con un molino de agua y es de los pocos en esta región.
Los trapiches más grandes son los que cubren toda la demanda. Los pequeños productores no tienen dónde vender sus panelas.
Créditos
Una realización y producción de: Daniela Nohelia Flórez Ariza, estudiante de Comunicación Social - Periodismo de la UPB para el periódico Plataforma
Dirigido y supervisado por: Mg. Zully Andrea Velazco Carrillo
Montaje y PostProducción digital: Mg. Daivy Dalila Díaz en colaboración con Angie Becerra Flórez
2018
