El amor siempre permanece
"Jenny no es un número más de los fallecidos por la pandemia, es mi mamá"
La pandemia de Covid-19 ha ocasionado que muchas relaciones terminen ante la distancia física. En esta historia pasa todo lo contrario, el coronavirus generó que su relación se extendiera hasta la eternidad.
Jenny Pérez y Robinson Galvis se conocieron en el municipio de Sabana de Torres, donde, tras múltiples citas y un buen tiempo de noviazgo, decidieron formar un hogar en su tierra. Con ellos, se fueron Yesid y Camilo, hijos que Robinson tenía de una relación anterior; y a los que, al poco tiempo, se sumó su tercer hijo.
Ella siempre fue una mujer de armas tomar y filantrópica, pues buscaba ayudar a los demás ofreciéndole alimento a las personas que más lo necesitaban. A través de estas loables acciones, Jenny decidió hacer una fundación para apoyar a la gente que lo necesitara.
Ese mismo gran corazón que tenía fue el que, años después, tuvo que ser acompañado por un marcapasos debido a algunos problemas, pero esto no limitó sus acciones cargadas de amor para con los demás, y, en especial, para con su familia.
Este 2020, con la pandemia encima, se tornó en un año atípico para la pareja, pues significó frenar muchos de sus proyectos incluyendo la fundación. Adicional a esta, la pareja tenía un local en su casa que continuaban atendiendo a pesar del riesgo de salud que este representaba.
Jenny se caracterizaba por ser una persona muy feliz y dada a los demás, destacada por la labor en su fundación.
Jenny se caracterizaba por ser una persona muy feliz y dada a los demás, destacada por la labor en su fundación.
Esta fue una de las ultimas fotos con su hijo Yesid, que no pudo estar presente en su entierro por la distancia.
Esta fue una de las ultimas fotos con su hijo Yesid, que no pudo estar presente en su entierro por la distancia.
La prioridad de Jenny siempre fueron sus hijos, el bienestar de ellos era su razón para trabajar todos los días, a pesar del riesgo que implicaba eso en los últimos meses.
La prioridad de Jenny siempre fueron sus hijos, el bienestar de ellos era su razón para trabajar todos los días, a pesar del riesgo que implicaba eso en los últimos meses.
A la fecha, han fallecido más de 31 mil personas en Colombia a raíz del SARS-CoV-2, donde los familiares no pudieron dar el último adiós.
A la fecha, han fallecido más de 31 mil personas en Colombia a raíz del SARS-CoV-2, donde los familiares no pudieron dar el último adiós.
Jenny acompañada de su esposo e hijo menor en una cascada, antes de que el 20 de marzo anunciaran cuarentena obligatoria en todo el país.
Jenny acompañada de su esposo e hijo menor en una cascada, antes de que el 20 de marzo anunciaran cuarentena obligatoria en todo el país.
Jenny partió el 10 de agosto, dejando un duelo profundo en sus familiares, no pudieron despedirse en un funeral.
Jenny partió el 10 de agosto, dejando un duelo profundo en sus familiares, no pudieron despedirse en un funeral.
El marcapaso fue su único problema de salud en toda la vida, a pesar de eso, Jenny durante cuarentena empezó a sentirse mal con algunos síntomas relacionados al COVID-19, con la condición que ella presentaba este fue un asunto de bastante preocupación.
A su malestar le hizo seguimiento con un médico de confianza ya que tenía previo conocimiento de sus problemas de salud; tomaron la decisión que ella estaría en reposo por unos días para poder descansar y suponer que si tenía coronavirus no le afectaría en nada con el marcapasos.
Camilo y Yesid, sus hijos, estaban distanciados de ella, y compartían a diario videollamadas, e incluso unos días después de ver el doctor ella les dijo a sus hijos y esposo que ya se encontraba mejor, que podía continuar con todos los quehaceres del hogar sin ningún problema que iba a estar bien.
Un día después, exactamente el 10 de agosto, Jenny desayunó con su hijo menor y su esposo. Yesid no había podido comunicarse con su mamá porque tuvo que salir desde temprano de su casa y tenía el teléfono descargado, apenas llegó vio muchas llamadas perdidas.
Apenas respondió una llamada lastimosamente fue lo que tanto temía, Jenny murió de un infarto. A pesar de sus intentos de llevarla al hospital y tratar de reanimarla no sobrevivió. Jenny no tuvo preinfarto ni complicaciones con su marcapasos.
Dale click a la imagen y conoce la historia narrada por Yesid, hijo de Jenny, quien fue testigo de que el amor de sus padres es para siempre...
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